Hay cosas que hacemos por puro y duro compromiso, otras simplemente las hacemos para apartarlas,dejarlas de lado. No entiendo por qué jugar con la gente es la afición de algunas personas, y menos que para tratar de sorprender a una persona le hagas sentir mal.
Vamos creciendo y teniendo edad. Cuando éramos más pequeños,le decíamos a un amigo que le pidiese salir por ti a aquella chica tan guapa, aunque al cabo de dos días no te acordases.
Ahora, que es peor, lo decimos por el móvil, y supongo que cuando lleguemos a los veinte años empezaremos a razonar y pensar como se pide salir.
¿Por qué digo esto? Porque esto es solo un ejemplo. A medida que crecemos vemos las cosas de otra manera, empezamos a creer,o dejar de creer, ¡empezamos a tener sentido común! Por eso dije que hay cosas que hacemos por puro y duro compromiso, y eso lo hacemos con cualquier edad, dicen que hay que tener voz, ser capas de decir que opinas (respetando a los demás,claro) sin importarte a quien se lo tengas que decir, y eso pienso que es una de las muchas cosas que se olvidan al crecer. Ya no votas porque piensas que un voto no vale para cambiar el mundo, no pintas porque crees que nadie lo va a ver, y por lo cual no lo valorará, y llegará el día en el que nadie escribirá, simplemente porque pensaremos que ya no habrá nada sobre lo que escribir. Llegaremos a un punto en el que pasaremos de todo, dejaremos que jueguen con nosotros, e incluso conseguirán que dejemos de hacer cosas que nos gusten por cualquier motivo.
'No dejemos que nos quiten la ilusión,
son nuestros sueños'
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