¿Sueños?

Soñar es gratis, o eso nos dicen, aunque la realidad es que aunque soñar sea aparentemente gratis, trae una serie de consecuencias, como caer en la cruda realidad. Pero a veces tenemos esa pequeña suerte en la que la realidad es mucho mejor que un sueño, y mejor aún, es real.



Esa mañana desperté feliz, había un cambio en mi, y aunque todos los cambios suelan asustar, era lo que necesitaba para descansar de tanta rutina.

Me desperté y eché un ojo al despertador. Aún estaba todo oscuro, y apenas veía sin luz, pero no dormía sola, así que decidí no despertar a los dos "ángeles" que me acompañaban. 

Calzándome mi típicos pitillos y una blusa del chino de la esquina en el salón, tras haber desayunado deliciosa pasta de dientes, salí cuesta arriba, riendo en ayunas por el maravilloso día que comenzaba. Caminaba cada vez más y más deprisa, e incluso llegue a correr en mi primer día de clase. Llegué sudando y oliendo a rayos, pero a nadie le importó porque todos miraban a la maléfica subdirectora. Daba realmente miedo, y no hablo de miedo por expulsión, sino de un miedo que no consigo descifrar aún.

Y aún perdiéndome en medio de tantas aulas con nombres diferentes, aún tropezándome con tanta gente, me encontré a mi misma en medio de tanto caos, y aunque aun no sepa como, sé que ese día, al igual que muchos otros, se quedarán en mi memoria hasta que yo lo decida.

 Porque en eso se basan los sueños, en ir haciéndolos realidad lentamente, hasta completar la inmensa lista. 

Sensaciones extremadamente familiares.

¿Conoces ese miedo a llegar a sentir algo más de lo que crees por alguien? ¿Esa sensación extraña que sientes cuando lo ves reír, lo escuchas hablar, y lo ves cada uno de los días que pasan? Yo la conocía,y pensé que no la volvería a sentir.

Ese miedo a lo inesperado, a la duda, es lo que corre por mi en este momento. Con ganas de querer besarle, de querer abrazarle y aunque pueda que él me rechace, me sentiría feliz por haberlo intentado.

Quizás nos propongamos algo más que una meta en el tema del amor, pues es bastante curioso la manera que tenemos algunos de demostrar afecto. Nos buscamos primero metas imposibles, ese famoso amor platónico que va cambiando al paso del tiempo, aunque el mío siga en cierta parte estando presente. 

Alguna vez en lo que llevo conociendo este pequeño mundo me he preguntado varias cosas, pero la pregunta a la que no le he podido sacar una clara respuesta es: ¿por qué siempre queremos aquello o a aquellos/as que no podemos tener? Me he planteado esta pregunta una y otra, y otra vez, en la que la única respuesta que hay es el silencio. 

Tal vez sea mejor así, sin repuesta, puesto que si la tuviesemos ¿qué sentido tendría querer a alguien?

Las mejores preguntas son las que no se hayan las respuestas fácilmente, aquellas que nos cuesta deducir, y por eso me encanta tener esa pequeña sensación en el cuerpo, esa delicada sensación que hace que mi corazón reaccione a su "Buenos días reina👑" 

Realmente no se lo que quiero, pero no me importa, porque sea lo que sea, lo intentaré una y otra vez, hasta que consiga mi meta.

 Si todo fuese fácil, ¿qué sentido tendría realmente la vida? 

Mi mundo.

Hoy me siento más extraña que nunca. Llegó el verano hace dos meses, aproximadamente, y con ello personas de fuera, personas que no conoces y personas a las que deseas conocer.

La llegada del verano siempre es esperada, pero creo que esta vez no quise que empezara el verano. Aunque a medida que avanzó el verano, día tras día, y sol tras sol, no quise que se acabase porque tenia una de las mejores compañías que tuve hasta hace dos años.

Pero este verano, aunque su marcha me haya dolido como un puñal que atraviesa mi corazón lentamente, sé, que los pocos días que quedan de fiesta, los días de sol y playa, serán mejor, o eso espero, porque como me dijo mi madre, lo último que muere es la esperanza, y por eso me siento rara, en un universo donde no importa que lleves puesto, ni el color de tus ojos, porque a partir de ahora viviré en mi mundo, un mundo en el que lo único que importa es tener y mantener esa preciosa sonrisa que sale del corazón.

Moriré riendo porque nací llorando.

Mi mayor miedo.

Al principio pensé que mi mayor miedo era la soledad, pero ahora se que no es eso exactamente.

Todo empezó cuando le conocí, una mordida y poco más bastó para quererle como algo más que un amigo. 

Llenó mi interior de mariposas, y no pude dejar de pensar en el hasta que se acabó la clase de matemáticas.
Todo avanzó según su curso (tal como diría mi hermana), no me habló más durante un tiempo, y a medida que olvidaba su apasionada (y dolorosa) mordida en mi mejilla, me olvida de el también; hasta que llegó "la gran noche", una noche en la que todo se me hizo posible. "Hay leche y cereales en la nevera, ¿cenamos algo? ", algo así es lo que recuerdo de aquella madrugada, acompañado de la frase que jamás olvidaré "mira por ventana (...) ¡bien! mielpoops!(8)". 

Desde ahí comienza mi miedo, mi miedo a sentir; a sentir amor por alguien, algo que después de un año y varios meses de relación sigo recordando, porque sigo sin ser capaz de vencer el miedo a dejar que alguien me pueda amar.
Mis amigas dicen que es por la mala experiencia que tuve, pero sinceramente creo que no es eso exactamente, me da miedo ser la responsable del dolor de alguien, otra vez. Lo último que quise es hacerle daño, y creo que soy la última persona que quiere ver en su vida.
Y tengo que confesar otro miedo, el más duro de asimilar, el miedo la culpabilidad por haber herido a otras personas... donde nace la pregunta, ¿fue culpa mía?


Por, La Pija.

Queridos Reyes, ¿qué pedirte?

¿Qué debemos hacer al saber que lo que pide una niña/o no lo puedes comprar? ¿Qué se debe sentir y decir cuando te dice que no le pide nada, porque hay muchos niños muriéndose de hambre?
Aunque pienses que hablo de una niña/o de doce, trece años.. Te hablo de una persona que llevaba pañales hasta hace un par de años.
¿Por qué no podemos ser todos así? Porqué tenemos que ser tan egoístas? Pedir, pedir, y más pedir. Eso es lo que sabemos hacer. ¿No hay más a quien le quieras regalar un poco de felicidad?

Sí, te hablo de tu vecino, aquel que tiene cuatro hijos y los dos mayores sólo piden que los hermanos pequeños tengan lo que piden. Te hablo de esa niña que habla de sueños, y no de la 'Nintendo'. ESA GENTE SE LO MERECE TODO, esa gente valora. Algo que yo, y muchos otros no hacemos.

¿Por qué no conformarnos con una muñeca? ¿Un coche de juguete? No todos tenemos las mismas oportunidades.

El color de la vida.

Tenemos que empezar a dar os cuenta que no todo es, y será de color de rosa o absolutamente negro, existe un intermedio. Ese intermedio llega cuando la vida te ha dado "un par de palos" (como diría mi madre), cuando por fin abrimos los ojos, y todo lo entendemos con claridad. Nos damos cuenta de quienes faltan, y de quienes sobran; de aquellos a los que perdonar y aquellos a los que no; pero sobre todo de aquellas personas a las que debes amar o no.

Todos somos libres de decidir de que color ver la vida, y de que hacer con ella.

              ¿De qué color decides ver tu vida?

Cueste lo que me cueste.

Veo correr lagrimas por mis mejillas y no paro de pensar ¿qué hago?. Pero la cruda realidad es que no encuentro respuesta y me quedo callada durante segundos, aunque los segundos pasen y estos así mismos pasen a ser minutos y horas. 

Llevo días sin dormir por una sensación extraña en el estómago, no sé cuantas veces me habré puesto el termómetro pensando que estaba enferma.. Pero no es eso exactamente, es que ya me cansé de que me mientan, me cansé de las excusas, me cansé de todo lo que me rodea, mentiras, engaños y sobretodo de las promesas que nunca se cumplen. 

Pero no puedo ser ten negativa, no, hoy no. 

Todo tiene un final y un nuevo comienzo después. Este es mi final y mi nuevo comienzo. No me quedaré cruzada de brazos una vez más esperando a que los problemas se vallan solos. 

A esta etapa le pongo punto y aparte. Haré lo posible para sobrevivir, porque... 

cueste lo que me cueste, seguiré a delante