New Lifee.

En este mundo hay dos tipos de personas: las que son malas, reconocidas por: ser asesinos/as, políticos/as corruptos/as y demás. Y por el otro lado están las que son buenas fingiendo ser perfectas, por ejemplo: yo. 

Siempre con la misma rutina suena el despertador, me levanto, recojo, y hago lo mismo de siempre. Y cuando sucede una, dos, tres, cuatro, y quinientas veces, te preguntas "¿hay algo más que ver hoy? ¿o me puedo volver a la cama a escuchar 'Dead Horse'?" 

Pero antes de darme media vuelta y de salir de la cocina después de tomar el clásico desayuno (leche y cereales), veo entrar por la ventana un rayo de sol increíblemente fuerte golpeándome en la cara intentando escapar de tantas nubes que le tapan. Y aunque sea algo diario, aunque aburra a millones de personas mirar un simple rayo de sol, me salva de la rutina. 

Me pongo los zapatos, un par de prendas, y salgo de casa esperando que algo más me sorprenda. 

Si el rayo puede escapar de las nubes que le tapan...

¿por qué no puedo encontrar una cosa más por la que vivir?

¿por qué no puedo encontrar algo más que disfrutar?

Simplemente sueña.

Los sueños son una pequeña escapatoria de la vida diaria. Algunos soñamos con cosas corrientes como conseguir un puesto de trabajo en estas fechas tan difíciles, otros soñamos con escribir, hasta volver a reunirse con un antiguo amigo también es un sueño.
Otros muchos soñamos con tocar el cielo con la palma de la mano, acariciar las nubes, e incluso ver algo que no tenga el mínimo sentido. Por eso son tan importantes, porque son sueños. Momentos en los que nos podemos escapar del mundo real, momentos en los que somos realmente nosotros, momentos en los que disfrutamos pensando en ellos. 

A veces los sueños nos hacen ser egoístas, siguen siendo metas que nos proponemos, que queremos llegar a cumplir antes de dejar de existir. No debemos dejar que un sueño se interponga entre las personas queridas, no debemos dejar de ser humanos para conseguirlos, simplemente se trata de llegar a ellos sin hacer daño a los demás. Al fin y al cabo, ¿qué más se puede pedir cuando uno de tus sueños se hace realidad?

Debamos aprovechar el momento, soñar aun es gratis.