Sensaciones extremadamente familiares.

¿Conoces ese miedo a llegar a sentir algo más de lo que crees por alguien? ¿Esa sensación extraña que sientes cuando lo ves reír, lo escuchas hablar, y lo ves cada uno de los días que pasan? Yo la conocía,y pensé que no la volvería a sentir.

Ese miedo a lo inesperado, a la duda, es lo que corre por mi en este momento. Con ganas de querer besarle, de querer abrazarle y aunque pueda que él me rechace, me sentiría feliz por haberlo intentado.

Quizás nos propongamos algo más que una meta en el tema del amor, pues es bastante curioso la manera que tenemos algunos de demostrar afecto. Nos buscamos primero metas imposibles, ese famoso amor platónico que va cambiando al paso del tiempo, aunque el mío siga en cierta parte estando presente. 

Alguna vez en lo que llevo conociendo este pequeño mundo me he preguntado varias cosas, pero la pregunta a la que no le he podido sacar una clara respuesta es: ¿por qué siempre queremos aquello o a aquellos/as que no podemos tener? Me he planteado esta pregunta una y otra, y otra vez, en la que la única respuesta que hay es el silencio. 

Tal vez sea mejor así, sin repuesta, puesto que si la tuviesemos ¿qué sentido tendría querer a alguien?

Las mejores preguntas son las que no se hayan las respuestas fácilmente, aquellas que nos cuesta deducir, y por eso me encanta tener esa pequeña sensación en el cuerpo, esa delicada sensación que hace que mi corazón reaccione a su "Buenos días reina👑" 

Realmente no se lo que quiero, pero no me importa, porque sea lo que sea, lo intentaré una y otra vez, hasta que consiga mi meta.

 Si todo fuese fácil, ¿qué sentido tendría realmente la vida?