13.12.12

Amor.

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
Unas palabras magníficas y ciertas, escritas por Gustavo Adolfo Bécker.
El tema sobre el amor es complejo, realmente curioso y fascinante. Pero creo que la mejor manera de demostrar que amas a una persona no es dedicándole un poema, tampoco lo es decirle cuanto le quieres cada uno de los segundos que pasas con él/ella. Lo veo incluso excesivo. Pienso a demás que las personas a las que le sucede esto, es porque se intentan auto convencer a si mismos,respecto a sus sentimientos. Entiendo totalmente que algunas personas lo vean normal, que piensen que es lo común en cada una de las parejas. Pero no todo el mundo tiene la misma manera de pensar, menos mal. 
Una persona romántica es bastante intrigante. Me encantan las personas románticas, pero no en exceso (todo en exceso es malo,como la competitividad), tener un detalle sin tener fechas, sin tener un compromiso con esa persona, vamos, un detalle cualquier día de la semana. 
"No es necesario ser la persona que los demás desean que seas" Be yourself .

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3 comentarios:

  1. ¡Me ha encantado! Es preciosa, sin duda.
    Sigue escribiendo asi, un besito!

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  2. Me encanta Bécque <3 de echo, me sé unas rimas suyas enteras: "Si al mecer las azules campanillas de tu balcon, crees que suspirando pasa el viento murmurador, sabe que oculto entre las verdes hoja suspiro yo..."
    Precioso blog, ya te sigo! Sigue tu asi, que escribes muy bien!
    http://mylittleworldbylaura.blogspot.com.es/

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  3. Tendría unos 15 años, no recuerdo bien, el tiempo difumina incansable y demoledor los detalles, que ser pierden donde solo alcanza la consciencia del recuerdo, y tras una intervención de oído, mi profe Luis, siempre será "mi profe Luis" me regalo el libro que esborzó la esencia de una persona hasta ese momento perseguida por una sucesión de días sucediéndose interminablemente.

    De ahí he querido rescatar para compartir con vosotros, un fragmento el enorme Pablo Neruda, Gracias profe, gracias Luis




    Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
    a tus ojos oceánicos.
    Allí se estira y arde en la más alta hoguera
    mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.

    Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
    que olean como el mar a la orilla de un faro.

    Sólo guardas tinieblas, hembra distante y mía,
    de tu mirada emerge a veces la costa del espanto.

    Inclinado en las tardes echo mis tristes redes
    a ese mar que sacude tus ojos oceánicos.

    Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
    que centellean como mi alma cuando te amo.

    Galopa la noche en su yegua sombría
    desparramando espigas azules sobre el campo.


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